Un rincón oscuro en el alma de un poeta

Un pálido paria perdido Buscando su desesperanza, Una flor perfumando el olvido Aunque la vida no le alcanza. Un sueño soñado en silencio Por una niña casi muerta, La vida yéndose, lo presencio Mirando escondido en la puerta. Agonizando entre sueños y sudor La fiebre quema y la esperanza enfría, Soñando en la muerte encontrar el amor, Un paisaje oscuro en la luz del día. Colores y aromas y llanto, El momento convulso vomita La muerte cantando su canto El sonido de la última cita. Ella moría al soñar una vida, Él vivía al soñar un amor Entre sueños y melancolía Lo único cierto era el dolor. Sus ojos cerrados y su respiración lenta Profesaban el fin del sueño La muerte la besa aunque ella no la sienta La muerte la besa y de ella se adueñó. El chico sonríe buscando en la vida Sin saber que nunca nada encontrará, El amor es una esperanza perdida Que solo la muerte consolará.  Por: Cristian Santillán

Eterna, conmigo o sin mí existes Vagando entre flores y sueños, De un paraje en el cielo salisteis Volando por caminos sin dueños. Y trasciendes y vives y mueres A través del aire y del alma, Eres tan pura, haces que otras mujeres Sean fuego sin calor, sin calma. Yo sueño y siento y suspiro Por sentirte tan sola y sencilla, Por tu risa y tu rabia respiro Rosada rosa tras una rejilla. El claro oscuro de tus ojos y tu alma Resplandece en la albura de tu ser, La luna triste con sus rayos desalma Y yo solo quiero en tus labios perecer. Y si he muerto no mueras conmigo, Y si vivo vive a través de mí, Yo podré darte cariño y abrigo Que para amarte yo sobreviví.