Epístola

Al espíritu de aquel soñador enamorado C.A.

Me queda su visón. Era una vieja
tarde fría de lluvia intermitente…
Arturo Borja

Hermano, bajo los pies del sueño habitas solo
y en suspiros viajas (sueñas) por las flautas de Eolo
llorando el ludibrio, tu angustia…
mientras esperas se te olvide, aun en sueños hablas
y en recuerdos logras volar ¡Un Cristo en las tablas!
¡un jardín perfumado!, lágrimas tristes, mustias.

Un mensaje doliente mis espinas te envían
en la nota más tenue de las rosas que habían
por la senda enclaustrada del muerto que camina
con luz oscurecida, del vivo que descansa
con la luna apagada y es presa de la tardanza
por eso corre, sueña, llora y en sueños camina.

Sobre aquel cielo blanco del que viste emerger
el pálido suspiro que calmaba tus penas
al que tu agradecido le ofrendaste tus venas,
sobre aquel cielo blanco no hay nada triste ser.

Los brumosos paisajes que irrumpían el recuerdo
renacen en mi mente y no se si aun estoy cuerdo,
mas las voces me llaman en tu lúgubre llanto
yo implorando les ofrezco mi triste plañido
pero no satisfago su dolor ya sabido…
me refugio en la melancolía, en su manto.

Hoy tú ves las penas, cosas vanas y sutiles,
yo me ahogo en ellas, solo un placer de gentiles,
la realidad se mofa, ¿los mortales pudieren?...
ya no abras los ojos, amigo mío descansa
que yo te acompañare mientras en mi tardanza
Nuestros sueños se mueren, nuestros sueños se mueren…
Por: TheGothicPoetCristian (Cristian Santillán)

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