Conversando (soñando en sueños)
Amanecía el mundo, mientras tus ojos ocaso
titilaban centelleantes sobre una taza de café
te preguntaba: ¿Qué miras, tan distraída y triste?
Pues tus manos tiemblan y no te das ni cuenta
de que todo es un sueño tuyo
en el que junto a ti me encontré,
no me dices nada pero tu mirada me responde
niña triste, mustia en sueños de una vida fugaz
el tiempo es tuyo y yo te miro a los ojos,
sigues soñando aún en sueños
y no sabes quien soy yo, y no sabes que eres tú
pero ambos somos todo y nada más existe
divagando en el silencio, solo yo, y solo tú.
Y dividido en mil cuerpos,
en mil deseos, contemplándote
a lo lejos mientras conversaba contigo,
sucumbía ante el éxtasis y la sed
pero tú eras agua, manantial por conocer
y mi otro yo buscaba paz
y mi deseo eran tus ojos, pecado
seria dejarse llevar por los antojos
y arrebatarte del mundo para solo soñar
talvez nadie nunca pensó en ello
o simplemente lo consideraron locura
pero podríamos ser mil como ser solo uno
y no morir nunca, o morir siempre
resultado de bailar en la pálida albura
de esos tus bellos ojos y esa tu boca que me miente.
titilaban centelleantes sobre una taza de café
te preguntaba: ¿Qué miras, tan distraída y triste?
Pues tus manos tiemblan y no te das ni cuenta
de que todo es un sueño tuyo
en el que junto a ti me encontré,
no me dices nada pero tu mirada me responde
niña triste, mustia en sueños de una vida fugaz
el tiempo es tuyo y yo te miro a los ojos,
sigues soñando aún en sueños
y no sabes quien soy yo, y no sabes que eres tú
pero ambos somos todo y nada más existe
divagando en el silencio, solo yo, y solo tú.
Y dividido en mil cuerpos,
en mil deseos, contemplándote
a lo lejos mientras conversaba contigo,
sucumbía ante el éxtasis y la sed
pero tú eras agua, manantial por conocer
y mi otro yo buscaba paz
y mi deseo eran tus ojos, pecado
seria dejarse llevar por los antojos
y arrebatarte del mundo para solo soñar
talvez nadie nunca pensó en ello
o simplemente lo consideraron locura
pero podríamos ser mil como ser solo uno
y no morir nunca, o morir siempre
resultado de bailar en la pálida albura
de esos tus bellos ojos y esa tu boca que me miente.
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