En el límite del mundo
Y no pienses que no te amo si te he dado las mismas rosas que entregué a mis muertos, si desde el abismo oscuro en el que me encuentro he podido divisar tu luz y acogerme en ella. Desde lejos puedo escucharte respirar, como si tus sollozos fuesen notas de Chopin en el aire, tu aliento me acaricia el corazón y puedo sentir tu calor en mi, los pasos de la gente al compás de tu nocturno, todos danzan sin darse cuenta siquiera, la luna cobija con una luz tenue el demacrado rostro de sus esclavos. Nos encontramos en el limite del mundo, la gente cae y cae en el abismo sin ser consciente de ello, todo aquello que alguna vez vivimos termina aquí, hay una distancia incalculable entre lo que soñamos y el cielo, este es el límite y la gente busca ir más allá, nos hemos acostumbrado tanto a seguir avanzando que no podemos ver el borde y de pronto caeremos sin más. Estamos en el limite del mundo y no puedo sentir tu mano, nos perdimos el uno al otro entre la ausente multitud, estamos ro...